miércoles, 21 de enero de 2009

Respira hondo...

Ya están aquí, otro año más... ¡los temidos exámenes de Febrero!

En realidad éste es mi primer año como universitaria, pero ciertamente puedo afirmar que es una época bastante dura, tanto para el que haya tenido tiempo, ganas y voluntad de ir al día, como para el que no (vamos, la amplia mayoría entre los cuales me incluyo).

No sé si habréis oído hablar del famoso "Plan Bolonia", o de los nuevos "Grados". En mi universidad se ha implantado este año, así que soy la primera promoción de conejillos de indias que "sufren" la evaluación contínua. Bueno, seamos sinceros, no todo es quejarse... Es cierto que es bastante duro y la carga de trabajo es excesiva en muchas ocasiones pero por otro lado te obliga a ir al día en todas las asignaturas, y viendo los atracones de estudiar que se están pegando muchos de mis amigos... casi lo agradezco.

No voy a engañaros, es bastante agobiante. Apenas tienes tiempo para nada, al menos si quieres aprobar. No es que las asignaturas de la carrera sean más duras (de hecho, son prácticamente las mismas), pero todas y cada una de las semanas tenemos proyectos, tareas y exámenes. No te deja mucho tiempo libre, pero si te organizas bien vas obteniendo buenos resultados, y eso siempre es una motivación a la hora de seguir estudiando.

Desde estas líneas me gustaría animar a todos aquellos que, al igual que yo, estamos estresados estos días, apenas dormimos y nos desesperamos una y otra vez mientras leemos/desciframos los apuntes.

Todo se pasa, y esto no va a ser diferente. Os deseo mucha suerte a todos, ya veréis qué pronto llegan las deseadas vacaciones =)

martes, 20 de enero de 2009

Se suele empezar por el principio...

No es la primera vez que he leído acerca del pánico que le tienen los escritores al bloqueo. Creo que se llama algo así como el "síndrome de la página en blanco". Llegan a un punto en el que no pueden continuar, no saben cómo seguir...

Al comenzar este blog me ha pasado algo parecido. Siempre me ha gustado escribir. A lo largo del día me encuentro con situaciones en las que las frases me vienen solas a la mente, las palabras se unen solas y soy capaz de expresar lo que siento (o al menos una parte).

Pues bien, una vez he conseguido hacer un hueco en mi apretada agenda para empezar a escribir, y me he sentado delante del ordenador... y... aparece el bloqueo. Justo ahora, que parece que tengo un descanso entre exámenes (y disgustos) mis dedos no me responden y mi cabeza no consigue enlazar más de un par de frases.

Quizá es la fiebre, la gripe o las anginas. Quizá es que hoy tampoco tengo un buen día. Simplemente quería escribir una buena entrada, como si el que comenzara con buen pie este blog implicara que iba a terminar bien... Pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde (o al menos, eso creo).

Espero que, si alguien llega a leer algo de esto algún día, sepa disculpar la poca expresividad de mis palabras, y se mantenga a la espera de otra entrada (prometo solemnemente escribir únicamente en los días de fuerte inspiración).

Y... se me olvidaba... Bienvenidos!